viernes, 24 de septiembre de 2010

UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD 2

Hola chicos!


Aquí reportándome, lamento la tardanza, demasiado trabajo, poco tiempo pero bueno hoy viernes actualizo ambas historias, esta y my little love, y bueno, super, super emocionada, viene Tokio Hotel a México!!!! esas son excelentes noticias y espero que les alegre el día tanto como a mi lo hizo. 



Sabía que alguien  había abierto las cortinas de su habitación, como si le importara.

- tenemos que irnos a las siete.

Al escuchar la voz de Bill volteo de prisa y le vio de pie con su pijama algo infantil y su cabello hecho un desastre, en ese instante pudo respirar de nuevo , en ese instante su corazón volvió a latir con fuerza, ¿Qué importaba que Bill estuviera ahí después de la noche anterior? ¿Qué importaba que la noche anterior le hubiera visto morir? Quería creer que Dios le dio una segunda oportunidad… ¿Por qué Bill estaba con vida para quedarse cierto?

Se destapo de inmediato y vio estupefacto a Bill que se movía por el cuarto como si nada, se puso de pie y se acerco a Bill que estaba recogiendo ropa del suelo, le tomo de la muñeca y le levantó el rostro, tenía que ver que era real, que Bill estaba vivo, que estaba con el. Le tomo con ambas manos la cara y le vio muy de cerca.

- ¿Tom? - preguntó Bill extrañado. Tom al escucharle le abrazo con fuerza haciendo que Bill tirará la ropa.
- Por Dios… estas…estas aquí… - dijo casi sollozando
- ¿Cómo no voy a estar aquí? Mi cuarto es el de junto - dijo Bill sonriendo - ´¿Qué te pasa Tom? ¿ te sientes bien?
- una pesadilla, una…pesadilla eso es todo - dijo Tom tratando de calmarse.
- ya, no te apures, date un baño, ya pedí el desayuno, café y hot cakes - dijo Bill - vamos, en mi cuarto
- hecho - dijo Tom sonriendo.

Si todo había sido una pesadilla estaba muy contento de que Bill estuviera bien, de que tuviera una segunda oportunidad. Se vistió y entró en el cuarto de Bill para ver como estaba alaciando su cabello. Tuvo cierto deja vu y se apresuro a tomar la alaciadota de la mano de Bill.

- yo lo hago puedes quemarte - dijo tomando un mechón de cabello.
- que raro estas hoy - dijo Bill sonriendo - me gusta
- ¿Por qué no nos escapamos hoy? Diremos que nos sentimos mal, esta vez puedo ser yo el que se siente mal, nos vestimos de incógnito y nos vamos por ahí, hoy nada de entrevistas - dijo Tom sonriendo
- ¿de verdad? - preguntó Bill sonriendo ampliamente
- será un gran día - dijo Tom.

Se sentaron a tomar café, Bill tomo la cafetera y en ese instante te quemo justo como en su sueño con la plancha para el cabello. Le tomo la mano temblando, solo tenía que ser una coincidencia, solo eso. Le jalo hasta el baño y le mojo la quemadura, Bill no se quejo mucho pero Tom le trato de todos modos como debía, que la quemadura tuviera la misma forma era una simple coincidencia.

Una llamada de David interrumpió su desayuno, necesitaban llegar a la entrevista, era importante y ambos lo sabían. Tom volteo a ver a Bill incapaz de decir nada, sería la decisión de Bill.

-          Vamos, podemos escaparnos otro día – accedió Bill sonriendo. Tom le siguió.
La entrevista era igual a las demás pero no por eso se sentía tan extraño, era como tener un deja vú, vivir algo que ya había vivido, estar un momentos dos veces, esto era lo que estaba sintiendo, como si la misma entrevista la hubiera vivido ya.

-          Estas raro – le dijo Bill en un corto comercial.
-          Esta entrevista ya la viví – dijo Tom confundido.
-          Por supuesto, es igual a las demás y…
-          No, esta ya la había vivido, la misma – dijo Tom serio. Bill le iba a decir algo más cuando entraban al aire, de cualquier manera le volteo a ver y Tom lo capto como un  “ Cálmate”

Terminaron con una parte de la entrevista, Bill iba a ponerse de pie, sabía que iba por su segunda taza de café pero en lugar de eso le detuvo de la muñeca.

-          No quiero café – le dijo serio – mejor quédate aquí.
-          ¿Cómo sabías que iba por una taza de café? – preguntó Bill sorprendido.
-          Solo… solo quédate aquí.

Bill le vio extrañado para después sonreírle, se quedo sentado a su lado cuando una asistente le llevo una taza de café a ambos, iba a dejar la de Tom cuando se le cayó en su playera.

-          ¡Ten mas cuidado! – le gritó Bill enfadado. – Tom ¿estas bien?

Sabía que iba a pasar, el café, la entrevista, la quemadura, todo era exactamente igual y sabía lo que significaba. De solo pensarlo le entraron nauseas y tuvo que correr al baño mas cercano a devolver su desayuno.

No podía perder a Bill dos veces, ya con una había sido suficiente, ¿Qué clase de pecado había cometido para recibir un castigo semejante? Se sentó en el suelo tratando de pensar en una manera de cambiarlo todo, de mantener a Bill con vida.

-          Como puedo cambiarlo – dijo en voz alta.
-          El destino no puede cambiarse – dijo un hombre que al  parecer hacía el aseo.
-          ¿Qué dice? – preguntó Tom desencajado
-          Es lo único que no puede cambiarse, todo lo demás si, solo una observación – dijo el hombre amable. Tom le vio extrañado para después recomponerse
-          Tiene que haber una forma – dijo determinado. Salió del baño pasando al hombre.

Cuando llegó a su camerino encontró a Bill arrebatándole su guitarra a un asistente. Ya había sucedido el rayón de la guitarra, su gemelo estaba enfadado con el asistente, podía verlo.

-          Rayo tu guitarra – dijo Bill imaginando una escena.
-          No importa, déjanos solos – dijo Tom al hombre que salió aliviado.
-          ¿no importa? Tom es una de tus guitarras ¿Qué sucede? Hoy estas raro.
-          Ayer tuve una pesadilla – dijo Tom. Bill le vio sorprendido. – no cualquier pesadilla.
-          Tom…
-          Soñé que te perdía – confesó Tom tratando de que Bill entendiera la magnitud del asunto.
-          Fue un mal sueño – dijo Bill sonriendo. Tomo de la mano a Tom. – no pasa nada.
-          Pero fue real Bill yo…
-          Ya no te preocupes Tom, todo va a estar bien ¿Por qué no vamos al hotel a ver una película?
-          Nada de clubes hoy – dijo Tom.
-          No, Georg y Gustav querían que fuéramos de incognito a uno, pero les diré que hoy no, y solo seremos tu y yo ¿Qué te parece?
-          Perfecto.

Sin salida al club no había taxi y no había accidente, así de sencillo.

No le importaba en lo absoluto de que se trataba la película, lo realmente importante es que Bill estaba recostado en su regazo, que sus dedos acariciaban el suave cabello de su gemelo, no había club, ni música estridente, ni temor alguno, aunque tuviera que mantener a Bill encerrado por un tiempo lograría esquivar ese fatal destino.

-          Hacía mucho que no estábamos así – dijo Bill suspirando – lo extrañaba.
-          Yo también – dijo Tom – lamento no prestarte la atención necesaria.
-          No esta bien, quizás nos estamos separando un poco y…
-          Yo no quiero separarme de ti – dijo Tom rotundo - ¿recuerdas el plan oficial? Un departamento tu y yo solos, nadie más, ese sigue siendo mi plan a futuro.
-          ¿de verdad? – preguntó Bill encantado - ¿sin novia ni esposa ni nada?
-          Nada. Solo tu y yo – dijo Tom sonriendo.
-          La gente podría pensar que somos raros – dijo Bill pensativo.
-          ¿y? eres mi hermano y punto – dijo Tom seguro – nada nos separara.
-          ¿lo prometes?
-          Lo prometo y haré hasta lo imposible por que así sea.
-          Hoy estas muy cursi – dijo Bill sonriendo divertido.
-          Cállate y ve la televisión – dijo Tom sonrojado.

Bill sonrió complacido y volteo a ver la televisión, la bolsa que tenía guardada con los documentos podría esperar un poco, Tom estaba siendo un amor ese día, no quería arruinar la velada con una fuga inminente, si lo hablaba con Tom podrían planearlo juntos, estaba seguro que no le diría que no.

-          Hey Tom – dijo después de un rato. - ¿si te pidiera que huyeras conmigo lo harías?

Tom le vio de una manera extraña, casi como si se esperara el que le hiciera esa pregunta, aún así había un dejo de sorpresa en su mirada.

-          Te seguiría a donde fueras – le dijo sincero. Quería dejarle bien claro que si tenía planeado huir el le seguiría.
-          ¿aunque fuéramos pobres de nuevo?
-          Aunque tuviéramos que vivir en la calle, lo cual no es el caso, aún así estaría a tu lado – dijo Tom sincero. Bill le beso en la mejilla.
-          Eres el mejor hermano – dijo Bill sonriendo. Tom le sonrió de vuelta y volteo a ver hacía la ventana, estaba oscureciendo.

A la mitad de la segunda película el celular de Bill sonó. El pelinegro contesto, Tom le vio mientras hablaba, al parecer eran Georg y Gustav.

-          Era Gustav, necesitan que vayamos por ellos, se quedaron sin dinero y están ebrios – dijo Bill suspirando.
-          Pueden venirse solos, pagamos el taxi aquí – sugirió Tom preocupado.
-          Están hasta la madre Tom, no pueden regresar solos y David los mata – dijo Bill suspirando
-          No quiero que salgas – dijo Tom serio – yo voy.
-          No, ¿Tom que te pasa? Solo son unas cuadras, si no quieres ir voy yo – dijo Bill extrañado.
-          no vayas – le pidió Tom.
-          Son nuestros amigos Tom ¿Qué pasa si les pasa algo? ¿vas a poder con la culpa?

Bill tenía razón , no podría con la culpa, no podría con la culpa.

-          Bien, de acuerdo, vamos. – accedió Tom sabiendo que era el final.

Todo estaba llegando a un final, no quería perder a Bill por lo que se subiría en ese taxi y se encargaría de sufrir el mismo destino que Bill al menos. Sus manos le sudaban mientras subían al elevador, no pudo evitar tomar de la mano a Bill el cual le volteo a ver extrañado, aún así le sonrío y le animo a salir a la calle y pedir un taxi.

-          Bill antes de que subamos al taxi quiero decirte que has sido lo mejor que me ha pasado, mamá se lució al darte a luz después de a mi – dijo Tom con la voz extrañamente controlada. – no puedo pedir algo mejor.
-          Estas extraño – dijo Bill preocupado - ¿te sientes bien? Si quieres …
-          Escucha – le pidió Tom – solo quiero que te quede claro que eres lo mas importante en mi vida, soy un mujeriego porque nunca nadie va a llegar a ser tan importante como tu en mi vida.
-          Tom, sabes que yo siento lo mismo… - dijo Bill muy confundido. Iba a añadir algo mas cuando el taxi llegó. Bill se subió dejando la puerta abierta.

Este era el momento, si quería seguir viviendo se quedaría en la acera, pero entonces Bill se iría para siempre, no tenía caso el seguir con una existencia así, así que subió al taxi y cerró la puerta.

De inmediato tomo la mano de Bill, Dios su pulso estaba acelerado, estaba asustado, iba a morir, iba a morir…. Quizás si hubiera llamado a su madre una última vez, a Gordon y hasta a su padre, le hubiera gustado el tocar su guitarra una vez más… pero ya no había marcha atrás, este era el momento.

-          Te amo Bill – le dijo sincero, con tanto apego que su gemelo le vio con la mirada mas cálida y llena de amor que podía.

El taxi estaba llegando al semáforo, así que Tom abrazo a Bill protegiéndole con su cuerpo de la ventana, del impacto que estaba por venir.

-          Tom ¿Qué….- estaba por preguntar Bill cuando Tom le interrumpió.
-          Cierra los ojos – le dijo desesperado. Bill iba a preguntar que sucedía cuando vio las luces del tráiler acercarse.

Su primer instinto fue de abrazarse más a Tom, cerro los ojos en cuanto sintió el impacto con el auto y  rogo al cielo que todo terminara pronto.

Después de una eternidad comenzó a escuchar los gritos de las personas a su alrededor, una ambulancia se acercaba, podía escuchar las sirenas, le dolía todo pero por increíble que pudiera parecer no sentía un dolor extraordinario.

-          Vamos a salir vivos Tom – dijo al momento de voltearse. Entonces vio a Tom cubierto de sangre y soltó un grito desgarrador – no …. No puede ser, ¿Tommy? Tienes que estar bien… no puedes dejarme solo…no ahora… Tommy….

No podía decir más, el aire le faltaba de los pulmones, el pánico que sentía, el dolor de perder la conexión con Tom, de perderlo, de sentirse solo por primera vez en el mundo.

Unos brazos le sacaron sin que el cooperara, su cuerpo parecía no responderle, lo único que tenía en mente eran las palabras de Tom, el lo había sabido desde el principio, trato de advertirle pero el no le hizo caso y ahí estaba el resultado, Tom  había llevado hasta las últimas consecuencias la situación, se subió al taxi sabiendo que iba a morir, que estaba protegiéndole, cuando su vida era la que debió haberse perdido.

-          Debí haber sido yo – dijo hacía la nada – debí haber sido yo…

Después de eso no sintió nada más, ya no había nada más que sentir, ya estaba muerto, ya no había alma alguna en su cuerpo.

Cuando despertó sintió el dolor de la pérdida en lo mas profundo, no debería ser así, el ya n o tenía alma, todo se lo había llevado Tom.

Tom que tanto le había protegido, Tom que le había amado hasta las últimas consecuencias. Su Tom.

Y cuando menos se dio cuenta estaba sollozando a lágrima viva.

-          No llores – le dijo una voz conocida. – odio verte llorar.

Bill volteo a ver hacía la ventana donde estaba la persona que le había llamado, y ahí sentado en la cornisa estaba Tom fumando un cigarro, lucía cansado, desgastado, pero vivo y sin heridas. No entendía.

-          Tu estabas…
-          Muerto – dijo Tom por el. – fue real.
-          Entonces… entonces….
-          Tu también lo estuviste – dijo Tom mirando hacía la ventana. – estamos jodidos Bill.

Si era lo que estaba pensado si estaban jodidos, el destino no podía ser tan cruel como para llevarse solo a uno y darles una segunda oportunidad, no debería ser así. No cuando amas a alguien.




3 comentarios:

  1. *u* me asustaste al matar solo uno pero me alegro que al final esten juntos aunque no de la manera de carne y hueso

    :D escribes genial Amo todos tus fic
    sigue escribiendo porfis

    ResponderEliminar
  2. AMO tu fics, todo incluidos los de slasheaven pero ahora no puedo entrar y necesito saber como sigue laican y my little brother
    un gran saludo

    ResponderEliminar
  3. Ya se de que peli te basaste, solo espero que al menoso le de des final un medio feliz aqui...

    ResponderEliminar