domingo, 17 de octubre de 2010

LICAN 17

Chicas no puedo entrar a Slasheaven así que pondré el capitulo aquí, para las que tengan los contactos de las demás avísenles que publiqué la continuación aquí, cuando pueda entrar a Slasheaven volveré a subir el capítulo ahí :)



Se sentía mal, con asco, mareado, sin ganas de nada, triste y sin nada que hacer. Tom había dormido en otro lado, no sabía donde pero por lo menos en su cuarto no. La cosa era que quería saber donde había dormido, que lo abrazara y le dijera que todo iba a estar bien, tenía miedo porque sabía que algo si andaba mal, ¿Qué tal si era cáncer o algo así? No podría soportar algo así.
Se cubrió con la manta sin deseos de salir de la habitación, odiaba sentirse mal, odiaba ser tan débil, si tuviera mejor salud, mejor complexión todo hubiera sido diferente, sería mas fuerte, golpearía a los que se metieran con él, se haría respetar, había sufrido bastante de pequeño, ahora tenía a Tom que tenía la fuerza que a el le hacía falta, golpeaba a los que el quería que fueran golpeados, pero no era lo mismo a tener uno la fuerza para hacerlo.
Se escuchó un golpe en la puerta, no se levanto ni hizo ningún movimiento indicando que lo hiciera.
Entonces se escuchó la puerta  abrirse y no tuvo que preguntarse quién era.
-          Te dije que no voy a ir – dijo sin voltear a verle.
-          Agua y una pastilla para los malestares – dijo Tom dejando un vaso de agua en el buro y extendiendo una pastilla.
-          No quiero – dijo Bill sin verle.
-          Si que quieres – dijo Tom serio – enseguida  se te quiten las nauseas vas a desayunar algo.
-          ¿Por qué eres tan insistente? – preguntó Bill rolando los ojos.
-          Porque te amo – dijo Tom simple – ahora la pastilla.
Bill tomo la pastilla y la tomo sin decir nada. Tom sonrió.
Era un gran hospital, Tom se había asegurado de hacer cita con el mejor médico del lugar, así que cuando llegaron les hicieron pasar a una sala de espera completamente diferente. Tom se sentó a su lado a pesar de que se sentía inquieto y el pasear por la estancia le hubiera resultado mas placentero.

Estaba aterrado ¿y si era algo malo? ¿y si no era algo tratable? Había visto programas de televisión donde sus síntomas son a causa de un tumor cerebral, ¿y si tiene eso? No podría con eso, sería algo injusto por que el no había tenido mucha suerte en la vida y el tener un tumor sería peor.

-          respira – dijo Tom tomándole de la mano.
-          Tengo miedo – admitió Bill mordiéndose el labio.
-          No pasa nada, yo voy a  estar contigo – dijo Tom sonriendo.
-          Trumper Bill – le llamó la enfermera. Bill se puso de pie y Tom le acompaño.

El consultorio era el mas lujoso y espacioso que Bill había  visto, los asientos eran de piel y el doctor tenía la mejor vista que hubiera visto jamás. Tom le jalo de la mano ligeramente para poder presentarle al médico.

-          buenos días – dijo un hombre entrado en sus cuarenta años, con una sonrisa amable y unos ojos azules que  invitaban a ser amable. – soy el doctor Fredderich Harnet, mucho gusto en conocerlos…
-          Tom Trumper – dijo Tom enseguida – y el es mi novio Bill.
-          Ya veo – dijo el doctor amable – tomen asiento , cuéntenme que les trae por aquí.
-          Bill esta mal de salud – dijo Tom sin ver a Bill – tiene mareos, cambios de humor drásticos…
-          No tan drásticos – dijo el aludido avergonzado.
-          Cambios en su apetito – continuo Tom como si Bill no hubiera abierto la boca – me preocupa.
-          Bien por lo que me cuenta pueden ser cambio hormonales, aunque para estar seguros me gustaría mandarle un examen de sangre.
-          ¿puede saberse hoy el mismo el resultado? – preguntó Tom
-          Por supuesto – dijo el médico – puedo mandarlos como de urgencia, y estarán en digamos dos horas  ¿Qué les parece? Los veré aquí dentro de dos horas y les daré los resultados si no es eso podemos seguir buscando.
-          De acuerdo – dijo Tom más tranquilo.
-          Bien chicos, los veré en dos horas.

El doctor era amble pero no por eso le gusto la idea de pincharse con una aguja, la enfermera le sentó y le hizo el procedimiento de prisa, aún así se sintió incomodo, el que le sacarán sangre siempre le hacía sentir medio incómodo. Tom le ayudo a ponerse de pie en cuanto terminaron y Bill se sacudió, no estaba tan mal.

-          necesitas comer – dijo Tom – estas pálido.
-          Estoy pálido por que me acaban de sacar sangre, solo necesito algo dulce, un helado.
-          Un helado entonces – dijo Tom sonriendo – hay creo un mall cerca de aquí, podemos perder las dos horas ahí.
-          Buena idea, odio los hospitales – dijo Bill suspirando.

Hacía mucho que no era solo un chico, ahí en el mall no estaba con un humano súper desarrollado, estaba con Tom, su novio, el era un estudiante universitario de arte y estaban teniendo una cita en un mall. Nada de padres rencorosos, ni ataques inminentes, ni de problemas, solo ellos dos.

Tom dejo el rol de líder y sonrió relajado, hacía mucho que no salían ellos dos, solos, en una cita, los problemas les habían absorbido.

-          hace mucho que no tenemos una cita – dijo sonriendo – sería excelente ir a cenar…
-          o al cine – dijo Bill – pero solo tenemos dos horas, me siento como en secundaria cuando el presupuesto solo alcanzaba para un helado tu y la chica…
-          tus citas – dijo Tom sonriendo orgulloso – yo si las llevaba a cenar.
-          A los trece – dijo Bill poniendo los ojos en blanco.
-          Desde los 12 – dijo Tom orgulloso.
-          Tengo la impresión que  las llevabas a Mcdonals – dijo Bill  riendo.  Tom sonrío y le abrazo por los hombros.
-          Tienes envidia – dijo Tom
-          Del Mcdonalds? No muchas gracias – dijo Bill riendo.
-          Prometo llevarte algún día. – dijo Tom encantado al ver a Bill riendo.

Las dos horas pasaron  volando, cuando menos se dieron cuenta ya tenían que regresar al hospital. Tom volvió a su rostro preocupado conforme iban avanzando y el temor se instalo entre ellos. Bill siguió a Tom por el enorme hospital, sus manos le sudaban y sentía como sus piernas apenas le sostenían. Afortunadamente  llegaron al consultorio del médico y pudo sentarse en los cómodos asientos de  piel mientras que Tom movía su pierna derecha impaciente.

El médico entró con un sobre en las manos , su rostro mostraba un gesto no muy alentador y al sentarse y verlos Bill supo que eran malas noticias.

-          los análisis resultaron inconclusos, me temo que Bill se tendrá que quedar para poder realizar los estudios pertinentes – dijo el médico forzando una sonrisa. – todo es normal, a veces se necesitan mas estudios.
-          ¿va a quedarse internado? – preguntó Tom preocupado
-          De preferencia si – dijo el médico.
-          ¿cree usted que sea… que sea algo grave? – preguntó Bill.
-          No nos adelantemos a los hechos – dijo el médico – voy a preparar todo para su estadía.

El médico salió y Bill soltó el aire que estaba reteniendo, sus manos le temblaban , ya lo sabía algo andaba mal, sentía el nudo en su garganta, la mano de Tom le volteo el rostro y le abrazo.

-          todo va a estar bien, lo prometo – dijo Tom acariciando su cabello.
-          ¿lo prometes? – preguntó Bill nervioso.
-          Lo prometo.

Una enfermera  les indico el camino hacía un cuarto de hospital, estaría en el décimo piso, en una habitación  para el solo, se preguntaba cuanto tendrían que pagar por ello, volteo a ver a Tom el cual estaba recibiendo las instrucciones de la enfermera.

-          tienes que cambiarte por ya sabes la bata del hospital, en una hora vienen a realizar mas estudios  - dijo Tom desdoblando la bata – con esto me va a ser difícil no estar encima de ti…
-          Tom…
-          Bien, no es el momento – dijo Tom muy a su pesar . – pero continuaremos con esto después.
-          Puedo estar gravemente enfermo y tu solo piensas en sexo – dijo Bill
-          Oh vamos, quizás es algo muy sencillo y tu ya te desahuciaste – dijo Tom tomándole la mano – no va haber problema.
-          Eso espero – dijo Bill temeroso.

Cuando la enfermera se llevó a Bill para realizarle mas estudios fue cuando Tom se derrumbo en la habitación, ¿Qué tal si de verdad Bill estaba muy enfermo? ¿y si tenía algo incurable? Bill se merecía tener una vida feliz, había sido abusado por su padrastro, usaba la violencia y las amenazas, sufrió carencias y ahora que el estaba dispuesto a darle todo le daba algo terminal, no, no podía ser la vida tan injusta. Daría lo que fuera por que estuviera bien, el podría cargar con la enfermedad mejor que Bill, el tenía mas fuerza, el debería ser el enfermo y no Bill.

Lo peor de estar esperando era la soledad, no había nadie que apaciguara sus locas ideas ni mucho menos, odiaba sentirse así de impotente , salió del cuarto solo para encontrarse un pasillo vacío, cerró la puerta y se paseo por el pasillo completo, dio la vuelta y vio a la estación de  enfermeras, solo una estaba de guardia, la cosa era que estaba desesperado por pensar en cualquier cosa menos en Bill enfermo.

La enfermera era ya una mujer de unos 40 años, al verle dejo los papeles de lado y le vio esperando a que el dijera algo, generalmente uno va con una enfermera por algo en particular ¿no?

-          mi novio  esta en estudios – dijo Tom nervioso - ¿Cuánto cree que se tarde?
-          Un rato – dijo la enfermera – pero si gusta hay una  cafetería en el primer piso – dijo tratando de deshacerse de Tom.
-          No, quiero estar aquí para cuando salga, no le agradan los hospitales – dijo sonriendo nervioso – no he visto a nadie por aquí ¿somos los únicos en el piso?
-          Hay una chica en la habitación 12 – dijo la enfermera – esta embarazada, es mamá soltera creo, viene por un ultrasonido pero esta retrasada.
-          Ah…. Eso de estar esperando bebé ha de ser genial eh – dijo Tom
-          No tengo hijos – dijo la enfermera – ahora si me disculpa tengo trabajo.
-          Ah si, claro – dijo Tom entendiendo por fin.

La enfermera salió de la estación y Tom se llevó las manos a los bolsillos, deambulo por el pasillo hasta ver un cuarto abierto, seguramente era la chica. Entró sigiloso y vio a una chica sentada en la cama con el control en la mano, al verle sonrió y dejo el control de lado.

-          nunca hay nada – dijo suspirando – creí que era la única en el piso.
-          Yo también, esta demasiado silencioso – dijo Tom recargado en la pared . - ¿y tu por que vienes?
-          Ultrasonido pero tengo la presión alta así que me quede en observación para disminuirla – dijo – y tu?  No te ves muy enfermo.
-          Es mi novio – dijo  Tom enseguida. – le estan haciendo estudios.
-          Vaya, no te ofendas pero no creí que fueras gay – dijo la mujer
-          No lo soy, pero Bill es especial – dijo Tom sonriendo – por cierto soy Tom.
-          Alice – dijo la mujer amable
-          ¿Cuánto llevas de embarazo?
-          Unos… seis meses –dijo como haciendo cuentas mentalmente
-          ¿y….no se te hae pesado?
-          Un poco pero vale la pena, quiero se madre – dijo la chica sonriendo – ya quiero a Barnaby como nunca antes hubiera querido a nadie.
-          ¿Barnaby? – preguntó Tom  sorprendido - ¿así le vas a poner?
-          Quiero decirle Barney de cariño – dijo la chica riendo
-          ¿y dices que quieres al bebe? Por alguna razón no te creo – dijo Tom sonriendo.
-          ¿Qué? Soy su madre tengo derecho a molestarle un poco – dijo ella riendo.
-          Ponerle nombre de tarado no es exactamente molestarle es mas bien arruinarle la existencia
-          Oh esta bien, tienes razón debo pensar en un mejor nombre…. ¿Qué tal  Freddy?
-          Sabes tienes que considerar seriamente tus sentimientos por ese bebe – dijo Tom riendo
-          Solo son sugerencias! – dijo ella riendo.
-          ¿Trumper? – preguntó una enfermera. Tom volteo a ver  a la enfermera y después a la chica
-          Nos vemos Alice , suerte.
-          Gracias, igual.

Tom siguió a la enfermera, Bill estaba en otra sala diferente, si aún no habían terminado el estudio no sabía por que le habían llamado, entró y cerró la puerta tras de si.

Bill estaba recostado en una mesa de exploración, tenía el vientre descubierto y  estaba blanco como el papel, al verlo así Tom le tomó de ambas manos, le beso el torso y le acarició la mejilla.

-          ¿Qué pasa? – le preguntó al médico el cual estaba viendo a la pantalla que estaba frente a ellos y le  paso un aparato por encima del vientre de Bill. Era un ultrasonido ¿Qué significaba? Bill tenía un tumor o algo así?
-          ¿ve esto? – preguntó el médico señalando un punto en el monitor. Era algo sin mucha forma, en realidad no podía ver bien que era – esto es un embrión.
-          ¿un que? – preguntó Tom creyendo haber entendido mal.
-          Un feto señor Trumper, un bebe – dijo el médico.

¿Un bebe? Eso era imposible, Bill era chico, Bill no podía tener bebes, era ilógico, por eso su padre se había puesto furioso, por que no iba a tener nietos, esto era una broma seguro.

-          eso es imposible – dijo Tom sin creerlo.
-          Le hicimos el estudio de sangre tres veces, las tres dio positivo, quise cerciorarme con un ultrasonido, lo que yo pienso que sucede es que Bill originalmente debió ser una niña, tiene los órganos para serlo, solo que los tiene por dentro, por lo menos la matriz ahí esta, de alguna manera pudo concebir lo cual es muy raro créame.
-          ¡yo no soy una chica! – gritó Bill – esto es una broma, esto no puede ser posible ¡no lo es!

Se puso de pie, se bajo la playera y se dirigió a la puerta.

-          Billa – dijo Tom al sostenerle de la muñeca – podemos pedir una segunda opinión pero las pruebas ahí están.
-          Yo soy un hombre Tom – dijo furioso – yo no soy… no soy…
-          Tu eres Bill y punto – dijo Tom enfocando su entera atención a el – no me importa lo demás, pero tenemos que escuchar lo que dice el médico, es por tu salud.
-          Pero…
-          Por mi, hazlo por mi – le pidió Tom . Bill refunfuño y se sentó no muy de buena forma.
-          Gracias, no puedo imaginar lo desconcertante que debe ser para ambos  esto pero tenemos que enfocarnos en lo principal que es la salud de Bill y el bebé, tiene aproximadamente dos meses de gestación, tenemos que determinar que tan preparado esta el cuerpo de Bill para esto, hasta que punto puede llegar el embarazo…
-          Esto no puede ser cierto – dijo Bill cubriéndose los oídos.
-          ¿tenemos que permanecer en el hospital? – preguntó Tom, quizás si Bill se encontraba en un ambiente familiar podría reaccionar mejor.
-          Por hoy no, tengo que llamar a un par de expertos en la materia, les llamaré cuando este todo listo – dijo el médico – si presenta cualquier inconveniente llame enseguida.
-          De acuerdo – dijo Tom. Rodeo con el brazo a Bill – vamos Billa.

Bill se puso de pie y se dejo guiar por Tom, su cerebro se había bloqueado desde que escuchó la palabra Bill y embarazo en la misma oración. La situación era mucho peor de lo que pensaba.



viernes, 24 de septiembre de 2010

UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD 2

Hola chicos!


Aquí reportándome, lamento la tardanza, demasiado trabajo, poco tiempo pero bueno hoy viernes actualizo ambas historias, esta y my little love, y bueno, super, super emocionada, viene Tokio Hotel a México!!!! esas son excelentes noticias y espero que les alegre el día tanto como a mi lo hizo. 



Sabía que alguien  había abierto las cortinas de su habitación, como si le importara.

- tenemos que irnos a las siete.

Al escuchar la voz de Bill volteo de prisa y le vio de pie con su pijama algo infantil y su cabello hecho un desastre, en ese instante pudo respirar de nuevo , en ese instante su corazón volvió a latir con fuerza, ¿Qué importaba que Bill estuviera ahí después de la noche anterior? ¿Qué importaba que la noche anterior le hubiera visto morir? Quería creer que Dios le dio una segunda oportunidad… ¿Por qué Bill estaba con vida para quedarse cierto?

Se destapo de inmediato y vio estupefacto a Bill que se movía por el cuarto como si nada, se puso de pie y se acerco a Bill que estaba recogiendo ropa del suelo, le tomo de la muñeca y le levantó el rostro, tenía que ver que era real, que Bill estaba vivo, que estaba con el. Le tomo con ambas manos la cara y le vio muy de cerca.

- ¿Tom? - preguntó Bill extrañado. Tom al escucharle le abrazo con fuerza haciendo que Bill tirará la ropa.
- Por Dios… estas…estas aquí… - dijo casi sollozando
- ¿Cómo no voy a estar aquí? Mi cuarto es el de junto - dijo Bill sonriendo - ´¿Qué te pasa Tom? ¿ te sientes bien?
- una pesadilla, una…pesadilla eso es todo - dijo Tom tratando de calmarse.
- ya, no te apures, date un baño, ya pedí el desayuno, café y hot cakes - dijo Bill - vamos, en mi cuarto
- hecho - dijo Tom sonriendo.

Si todo había sido una pesadilla estaba muy contento de que Bill estuviera bien, de que tuviera una segunda oportunidad. Se vistió y entró en el cuarto de Bill para ver como estaba alaciando su cabello. Tuvo cierto deja vu y se apresuro a tomar la alaciadota de la mano de Bill.

- yo lo hago puedes quemarte - dijo tomando un mechón de cabello.
- que raro estas hoy - dijo Bill sonriendo - me gusta
- ¿Por qué no nos escapamos hoy? Diremos que nos sentimos mal, esta vez puedo ser yo el que se siente mal, nos vestimos de incógnito y nos vamos por ahí, hoy nada de entrevistas - dijo Tom sonriendo
- ¿de verdad? - preguntó Bill sonriendo ampliamente
- será un gran día - dijo Tom.

Se sentaron a tomar café, Bill tomo la cafetera y en ese instante te quemo justo como en su sueño con la plancha para el cabello. Le tomo la mano temblando, solo tenía que ser una coincidencia, solo eso. Le jalo hasta el baño y le mojo la quemadura, Bill no se quejo mucho pero Tom le trato de todos modos como debía, que la quemadura tuviera la misma forma era una simple coincidencia.

Una llamada de David interrumpió su desayuno, necesitaban llegar a la entrevista, era importante y ambos lo sabían. Tom volteo a ver a Bill incapaz de decir nada, sería la decisión de Bill.

-          Vamos, podemos escaparnos otro día – accedió Bill sonriendo. Tom le siguió.
La entrevista era igual a las demás pero no por eso se sentía tan extraño, era como tener un deja vú, vivir algo que ya había vivido, estar un momentos dos veces, esto era lo que estaba sintiendo, como si la misma entrevista la hubiera vivido ya.

-          Estas raro – le dijo Bill en un corto comercial.
-          Esta entrevista ya la viví – dijo Tom confundido.
-          Por supuesto, es igual a las demás y…
-          No, esta ya la había vivido, la misma – dijo Tom serio. Bill le iba a decir algo más cuando entraban al aire, de cualquier manera le volteo a ver y Tom lo capto como un  “ Cálmate”

Terminaron con una parte de la entrevista, Bill iba a ponerse de pie, sabía que iba por su segunda taza de café pero en lugar de eso le detuvo de la muñeca.

-          No quiero café – le dijo serio – mejor quédate aquí.
-          ¿Cómo sabías que iba por una taza de café? – preguntó Bill sorprendido.
-          Solo… solo quédate aquí.

Bill le vio extrañado para después sonreírle, se quedo sentado a su lado cuando una asistente le llevo una taza de café a ambos, iba a dejar la de Tom cuando se le cayó en su playera.

-          ¡Ten mas cuidado! – le gritó Bill enfadado. – Tom ¿estas bien?

Sabía que iba a pasar, el café, la entrevista, la quemadura, todo era exactamente igual y sabía lo que significaba. De solo pensarlo le entraron nauseas y tuvo que correr al baño mas cercano a devolver su desayuno.

No podía perder a Bill dos veces, ya con una había sido suficiente, ¿Qué clase de pecado había cometido para recibir un castigo semejante? Se sentó en el suelo tratando de pensar en una manera de cambiarlo todo, de mantener a Bill con vida.

-          Como puedo cambiarlo – dijo en voz alta.
-          El destino no puede cambiarse – dijo un hombre que al  parecer hacía el aseo.
-          ¿Qué dice? – preguntó Tom desencajado
-          Es lo único que no puede cambiarse, todo lo demás si, solo una observación – dijo el hombre amable. Tom le vio extrañado para después recomponerse
-          Tiene que haber una forma – dijo determinado. Salió del baño pasando al hombre.

Cuando llegó a su camerino encontró a Bill arrebatándole su guitarra a un asistente. Ya había sucedido el rayón de la guitarra, su gemelo estaba enfadado con el asistente, podía verlo.

-          Rayo tu guitarra – dijo Bill imaginando una escena.
-          No importa, déjanos solos – dijo Tom al hombre que salió aliviado.
-          ¿no importa? Tom es una de tus guitarras ¿Qué sucede? Hoy estas raro.
-          Ayer tuve una pesadilla – dijo Tom. Bill le vio sorprendido. – no cualquier pesadilla.
-          Tom…
-          Soñé que te perdía – confesó Tom tratando de que Bill entendiera la magnitud del asunto.
-          Fue un mal sueño – dijo Bill sonriendo. Tomo de la mano a Tom. – no pasa nada.
-          Pero fue real Bill yo…
-          Ya no te preocupes Tom, todo va a estar bien ¿Por qué no vamos al hotel a ver una película?
-          Nada de clubes hoy – dijo Tom.
-          No, Georg y Gustav querían que fuéramos de incognito a uno, pero les diré que hoy no, y solo seremos tu y yo ¿Qué te parece?
-          Perfecto.

Sin salida al club no había taxi y no había accidente, así de sencillo.

No le importaba en lo absoluto de que se trataba la película, lo realmente importante es que Bill estaba recostado en su regazo, que sus dedos acariciaban el suave cabello de su gemelo, no había club, ni música estridente, ni temor alguno, aunque tuviera que mantener a Bill encerrado por un tiempo lograría esquivar ese fatal destino.

-          Hacía mucho que no estábamos así – dijo Bill suspirando – lo extrañaba.
-          Yo también – dijo Tom – lamento no prestarte la atención necesaria.
-          No esta bien, quizás nos estamos separando un poco y…
-          Yo no quiero separarme de ti – dijo Tom rotundo - ¿recuerdas el plan oficial? Un departamento tu y yo solos, nadie más, ese sigue siendo mi plan a futuro.
-          ¿de verdad? – preguntó Bill encantado - ¿sin novia ni esposa ni nada?
-          Nada. Solo tu y yo – dijo Tom sonriendo.
-          La gente podría pensar que somos raros – dijo Bill pensativo.
-          ¿y? eres mi hermano y punto – dijo Tom seguro – nada nos separara.
-          ¿lo prometes?
-          Lo prometo y haré hasta lo imposible por que así sea.
-          Hoy estas muy cursi – dijo Bill sonriendo divertido.
-          Cállate y ve la televisión – dijo Tom sonrojado.

Bill sonrió complacido y volteo a ver la televisión, la bolsa que tenía guardada con los documentos podría esperar un poco, Tom estaba siendo un amor ese día, no quería arruinar la velada con una fuga inminente, si lo hablaba con Tom podrían planearlo juntos, estaba seguro que no le diría que no.

-          Hey Tom – dijo después de un rato. - ¿si te pidiera que huyeras conmigo lo harías?

Tom le vio de una manera extraña, casi como si se esperara el que le hiciera esa pregunta, aún así había un dejo de sorpresa en su mirada.

-          Te seguiría a donde fueras – le dijo sincero. Quería dejarle bien claro que si tenía planeado huir el le seguiría.
-          ¿aunque fuéramos pobres de nuevo?
-          Aunque tuviéramos que vivir en la calle, lo cual no es el caso, aún así estaría a tu lado – dijo Tom sincero. Bill le beso en la mejilla.
-          Eres el mejor hermano – dijo Bill sonriendo. Tom le sonrió de vuelta y volteo a ver hacía la ventana, estaba oscureciendo.

A la mitad de la segunda película el celular de Bill sonó. El pelinegro contesto, Tom le vio mientras hablaba, al parecer eran Georg y Gustav.

-          Era Gustav, necesitan que vayamos por ellos, se quedaron sin dinero y están ebrios – dijo Bill suspirando.
-          Pueden venirse solos, pagamos el taxi aquí – sugirió Tom preocupado.
-          Están hasta la madre Tom, no pueden regresar solos y David los mata – dijo Bill suspirando
-          No quiero que salgas – dijo Tom serio – yo voy.
-          No, ¿Tom que te pasa? Solo son unas cuadras, si no quieres ir voy yo – dijo Bill extrañado.
-          no vayas – le pidió Tom.
-          Son nuestros amigos Tom ¿Qué pasa si les pasa algo? ¿vas a poder con la culpa?

Bill tenía razón , no podría con la culpa, no podría con la culpa.

-          Bien, de acuerdo, vamos. – accedió Tom sabiendo que era el final.

Todo estaba llegando a un final, no quería perder a Bill por lo que se subiría en ese taxi y se encargaría de sufrir el mismo destino que Bill al menos. Sus manos le sudaban mientras subían al elevador, no pudo evitar tomar de la mano a Bill el cual le volteo a ver extrañado, aún así le sonrío y le animo a salir a la calle y pedir un taxi.

-          Bill antes de que subamos al taxi quiero decirte que has sido lo mejor que me ha pasado, mamá se lució al darte a luz después de a mi – dijo Tom con la voz extrañamente controlada. – no puedo pedir algo mejor.
-          Estas extraño – dijo Bill preocupado - ¿te sientes bien? Si quieres …
-          Escucha – le pidió Tom – solo quiero que te quede claro que eres lo mas importante en mi vida, soy un mujeriego porque nunca nadie va a llegar a ser tan importante como tu en mi vida.
-          Tom, sabes que yo siento lo mismo… - dijo Bill muy confundido. Iba a añadir algo mas cuando el taxi llegó. Bill se subió dejando la puerta abierta.

Este era el momento, si quería seguir viviendo se quedaría en la acera, pero entonces Bill se iría para siempre, no tenía caso el seguir con una existencia así, así que subió al taxi y cerró la puerta.

De inmediato tomo la mano de Bill, Dios su pulso estaba acelerado, estaba asustado, iba a morir, iba a morir…. Quizás si hubiera llamado a su madre una última vez, a Gordon y hasta a su padre, le hubiera gustado el tocar su guitarra una vez más… pero ya no había marcha atrás, este era el momento.

-          Te amo Bill – le dijo sincero, con tanto apego que su gemelo le vio con la mirada mas cálida y llena de amor que podía.

El taxi estaba llegando al semáforo, así que Tom abrazo a Bill protegiéndole con su cuerpo de la ventana, del impacto que estaba por venir.

-          Tom ¿Qué….- estaba por preguntar Bill cuando Tom le interrumpió.
-          Cierra los ojos – le dijo desesperado. Bill iba a preguntar que sucedía cuando vio las luces del tráiler acercarse.

Su primer instinto fue de abrazarse más a Tom, cerro los ojos en cuanto sintió el impacto con el auto y  rogo al cielo que todo terminara pronto.

Después de una eternidad comenzó a escuchar los gritos de las personas a su alrededor, una ambulancia se acercaba, podía escuchar las sirenas, le dolía todo pero por increíble que pudiera parecer no sentía un dolor extraordinario.

-          Vamos a salir vivos Tom – dijo al momento de voltearse. Entonces vio a Tom cubierto de sangre y soltó un grito desgarrador – no …. No puede ser, ¿Tommy? Tienes que estar bien… no puedes dejarme solo…no ahora… Tommy….

No podía decir más, el aire le faltaba de los pulmones, el pánico que sentía, el dolor de perder la conexión con Tom, de perderlo, de sentirse solo por primera vez en el mundo.

Unos brazos le sacaron sin que el cooperara, su cuerpo parecía no responderle, lo único que tenía en mente eran las palabras de Tom, el lo había sabido desde el principio, trato de advertirle pero el no le hizo caso y ahí estaba el resultado, Tom  había llevado hasta las últimas consecuencias la situación, se subió al taxi sabiendo que iba a morir, que estaba protegiéndole, cuando su vida era la que debió haberse perdido.

-          Debí haber sido yo – dijo hacía la nada – debí haber sido yo…

Después de eso no sintió nada más, ya no había nada más que sentir, ya estaba muerto, ya no había alma alguna en su cuerpo.

Cuando despertó sintió el dolor de la pérdida en lo mas profundo, no debería ser así, el ya n o tenía alma, todo se lo había llevado Tom.

Tom que tanto le había protegido, Tom que le había amado hasta las últimas consecuencias. Su Tom.

Y cuando menos se dio cuenta estaba sollozando a lágrima viva.

-          No llores – le dijo una voz conocida. – odio verte llorar.

Bill volteo a ver hacía la ventana donde estaba la persona que le había llamado, y ahí sentado en la cornisa estaba Tom fumando un cigarro, lucía cansado, desgastado, pero vivo y sin heridas. No entendía.

-          Tu estabas…
-          Muerto – dijo Tom por el. – fue real.
-          Entonces… entonces….
-          Tu también lo estuviste – dijo Tom mirando hacía la ventana. – estamos jodidos Bill.

Si era lo que estaba pensado si estaban jodidos, el destino no podía ser tan cruel como para llevarse solo a uno y darles una segunda oportunidad, no debería ser así. No cuando amas a alguien.